La retención, un factor clave en las apps

El número de aplicaciones móviles que hay en el Apple Store es superior a los dos millones y el número todavía es superior en Google Play:  2.200.000. La mayoría de las nuevas aplicaciones pierden el 77% de sus usuarios diarios en los tres primeros días después de su instalación. Además, las personas –a pesar de tener instaladas una media de 65 aplicaciones– solo acaban utilizando una quincena de forma más o menos habitual. De estas quince, pasamos a 4 de cada 5 minutos del tiempo que dedicamos a las apps usando solo tres.

En este escenario conseguir una aplicación que el usuario utilice con frecuencia es todo un reto. Las aplicaciones que más recurrencia tienen son aquellas que ofrecen contenido social o informativo o bien las apps de comunicación como WhatsApp o Facebook Messenger, puesto que en ellas el contenido varía con más frecuencia.

En el ámbito de aplicaciones de mcommerce –venta de productos o servicios a través del móvil– es esencial que el usuario tenga una recurrencia de visita que se traducirá en ventas con el tiempo. Es especialmente importante cuando las empresas han realizado una inversión en marketing digital para conseguir descargas. Esta recurrencia –frecuencia de uso– es un factor clave para decidir si una empresa tiene que lanzarse a desarrollar una app nativa como canal adicional de venta.

Muchas empresas consideran que si el producto que ofrecen no es susceptible de ser comprado de forma recurrente, es decir, productos que compras con poca frecuencia (neumáticos, por ejemplo), no tiene sentido tener una app nativa. La realidad es que se han dado casos que demuestran que hay que buscar la recurrencia, o frecuencia de uso, ofreciendo al usuario una funcionalidad que le resuelva una necesidad que pueda tener a menudo, a pesar de tener un producto con poca frecuencia de compra.

Evidentemente, es muy difícil que alguien descargue una app nativa para comprar neumáticos a través del móvil. La cosa cambia si esta misma app le ofrece, además de la posibilidad de comprar neumáticos, un aviso de cuando le toca cambiar el aceite del coche, la posibilidad de hacer la reserva para la revisión, una alerta del día de la revisión, información sobre el estado del tráfico o el tiempo que hará donde quiere ir con el vehículo. Podemos encontrar la recurrencia para nuestra app ofreciendo servicios que resuelvan necesidades y faciliten la vida del usuario, más allá que nuestro producto no tenga recurrencia de compra.

Emili Rey | Experto en Mobile Sales de ASM Web Services